CUALIDADES OPUESTAS



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Siendo la oratoria una cualidad humana, hay rasgos que dificultan o facilitan la comunicación. Veamos 60 de estos que aplican tanto a oradores como oyentes.


OYENTES

1. ARROGANCIA. Presunción, soberbia, petulancia, altivez, soberbia. Estos oyentes creen orgullosamente que saben más que el orador, o que pueden decirlo mejor. Quiza sea cierto, pero manifestarlo delante de todos no muestra aprecio, agradecimiento ni respeto. En contraste, la HUMILDAD implica modestia, sencillez, sumisión, docilidad. Estos oyentes, aunque quizá superan al orador, guardan decentemente la compostura y procuran no avergonzarlo al manifestarse.


2. AVARICIA. Codicia, tacañería, mezquindad, usura. Los oyentes avaros desean excesivamente acumular para sí toda la riqueza que puedan, y no solo se trata de posesiones materiales. Tal actitud se refleja cuando asisten a una conferencia y acaparan la atención robando el show. La palabra "Todo" siempre les queda corta. Su avaricia podría llevarlos a un psiquiatra. En contraste, la GENEROSIDAD implica obsequio, dadivosidad, desprendimiento, altruismo, liberalidad. Estos oyentes se sienten muy satisfechos y agradecidos al orador, dispuestos a compartir y "andar la milla extra" sin esperar el aplauso de nadie.


3. CELOS. Envidia, recelo, suspicacia, desconfianza. Estos oyentes sienten temor o envidia de otros en el auditorio y compiten por la atencion de los demás. En cambio, aunque la ADMIRACIÓN podría implicar asombro, fascinación, aprecio y respeto, estos oyentes valoran mucho lo que dicen y hacen otros oyentes y lo demuestran abiertamente con expresiones de agradecimiento, lo cual favorece un trato recíproco que despierta la cooperación de todos.


4. CODICIA. Avaricia, avidez o anhelo desmedido. Estos oyentes sienten una ambición descontrolada. En contraste, un COMPROMISO implica obligación, acuerdo, promesa, pacto. Los oyentes comprometidos son íntegros, cumplen su palabra y honran los acuerdos aunque lamentablemente no resulten a su favor.


5. CRUELDAD. Brutalidad, inhumanidad, sadismo, barbarie. Estos "oyentes" parecen prestar atención, pero en realidad asisten sólo para causar daño al orador o a otros. En contraste, la COMPASIÓN implica piedad, clemencia, misericordia, conmiseración. Estos oyentes perciben con sensibilidad el malestar ajeno y se solidarizan con el orador y otros en el auditorio.


6. DESHONESTIDAD. Engaño, fraude, falsedad, perfidia. Estos oyentes cometen faltas de honradez en su vida privada, estafan a los incautos y pisotean la verdad. En contraste, la HONESTIDAD implica honradez, rectitud, decencia, probidad. Estos oyentes sienten y actúan con base en la verdad, los hechos y la rectitud. Son muy valorados por ser piezas fundamentales y hasta ejes y engranajes confiables en cualquier negocio que prospera, y por tanto, en cualquier conferencia a la que asisten.


7. DESLEALTAD. Traición, infidelidad, felonía, alevosía. Estos oyentes no respetan la confianza que se deposita en ellos. En su vida privada resultan ser grandes estafadores (e irónicamente, odian que los estafen). En contraste, la LEALTAD implica fidelidad, confiabilidad, constancia, nobleza, franqueza. Estos oyentes respetan y honran sus promesas y compromisos. Son los que procuran llegar temprano al discurso y seguir el protocolo para no causar desorden ni interrupciones.


8. DESORGANIZACIÓN. Desorden, confusión, anarquía. Como la vida de estos oyentes suele ser un caos, poco contribuyen al orden y la limpieza. En cambio, los que respetan la ORGANIZACIÓN, lo cual implica  crear y mantener una estructura, se atienen a una disciplina y método y contribuyen al orden y la limpieza. Son un haber en cualquier sistema del que forman parte.


9. EGOÍSMO. Individualismo, egotismo, egocentrismo, narcisismo, vanidad. Estos oyentes anteponen su interés al de los demás asistentes. "Yo hablo primero, yo hablo mejor y yo hablo más fuerte. No puedo quedarme callado. ¿Qué sería del mundo sin mí". En cambio, la GENEROSIDAD implica ser desprendido, altruista, liberal para compartir. Estos oyentes se sienten muy dispuestos a ceder su tiempo y satisfaccion personal para que otros también disfruten de oportunidades de participar.


10. ENVIDIA. Celos, recelo, despecho, resquemor. Estos oyentes se incomodan y hasta enfurecen por la participación de otros oyentes. En cambio, la ADMIRACIÓN implica asombro, fascinación, respeto y aprecio. Estos oyentes valoran mucho lo que otros oyentes dicen y hacen, y lo demuestran abiertamente con agradecimiento, lo cual favorece un trato correspondiente y estimula a todos a cooperar con su participación activa.


11. FALTA DE DISCIPLINA. Indisciplina, descontrol, desobediencia, negligencia. Estos oyentes se saltan los protocolos constantemente. Conversan por en medio de todos y en voz alta estando en curso la reunión, en vez de retirarse un momento. En cambio, la DISCIPLINA implica perseverancia, orden y método. Estos oyentes son constantes. Respetan los protocolos y las normas de decencia. Por eso su desarrollo y superación personal nunca pasan desapercibidos.


12. FALTA DE EMPATÍA Insensibilidad, indiferencia, frialdad, terquedad, apatía. Estos oyentes son incapaces de ponerse en el lugar del orador o de otros oyentes. En cambio, la EMPATÍA implica comprender a los demás, tener compasión, ser sensible, sintonizar, sincronizar, conciliar, armonizar a fin de comprenderlos y tratarlos más eficazmente.


13. FALTA DE HUMILDAD. Arrogancia, soberbia, presunción, vanagloria. Estos oyentes se creen superiores a todos. En cambio, la HUMILDAD implica modestia, sencillez, sumisión, docilidad, ceder, ser razonable, condescender. Estos oyentes no se sienten superiores a otras personas, son abordables y amigables. Contribuyen con su apoyo al éxito del discurso.


14. FALTA DE PACIENCIA. Impaciencia, nerviosismo, ansiedad, intranquilidad. Estos oyentes no soportan esperar. Si manejan auto, a cada rato quieren pasarse la luz roja. Quizás hasta acaben en un hospital con un letrero en la puerta, que dice: "El consuelo del tonto es dar consejos". En cambio, la PACIENCIA implica calma, serenidad, resignación, aguante. Estos oyentes aprenden a esperar el mejor momento para sacar su mejor carta, su mejor argumento, su mejor comentario. En una gestion de ventas esperan que el cliente les dé "luz verde" para avanzar en la secuencia de "cierre" de la venta.


15. FALTA DE RESPONSABILIDAD. Irresponsabilidad, negligencia, abandono, desidia. Estos oyentes no asumen ni cumplen sus promesas, obligaciones ni deberes. En cambio, el SENTIDO DE RESPONSABILIDAD mueve a respetar el compromiso, deber, obligación y cumplimiento. Estos oyentes responden por sus acciones y a la altura de los desafíos. No culpan a otro por sus propias acciones, desaciertos o falta de juicio.


16. FALTA DE TOLERANCIA. Intolerancia, intransigencia, rigidez, fanatismo. Estos oyentes no se muestran flexibles, se quiebran y explotan por casi cualquier motivo, siempre buscando el apoyo y consenso de otros intolerantes para quejarse de la intolerancia de los intolerantes que no los toleran. En cambio, la TOLERANCIA implica flexibilidad, respeto, paciencia, comprensión. Estos oyentes son capaces de recibir un estímulo y retenerse de reaccionar impulsivamente, comprendiendo que no todos pensamos y sentimos lo mismo.


17. FLOJERA. Pereza, holgazanería, desidia, indolencia. Estos oyentes tienen un gran futuro, porque al resistirse a hacer el mínimo esfuerzo, lo dejan todo para mañana, para el próximo mes, para el próximo año, o mejor, para el próximo siglo. ¡Viven en el pais del mañana! Tienen un gran futuro. En cambio, la DILIGENCIA implica esmero, afán, prontitud, asiduidad. Estos oyentes aman lo que hacen, incluso con pasión.


18. IMPULSIVIDAD. Precipitación, ímpetu, temeridad, arrebato. Estos oyentes proceden sin reflexionar mucho. Tal vez tomen apuntes para no perderse nada. Primero disparan, después apuntan, aunque no den en el blanco. En cambio, la PRUDENCIA implica cautela, sensatez, cordura, circunspección. Estos oyentes son cautos y meticulosos al reaccionar o responder. Pero también aprenden que "la imprudencia suele meter a uno en problemas".


19. INDIFERENCIA. Apatía, desinterés, desapego, pasividad. Estos oyentes demuestran una total falta de aprecio e interés. Siempre desenfocan la fotografía de su vida. En cambio, la SOLIDARIDAD implica apoyo, adhesión, unión, fraternidad. Estos oyentes promueven el apoyo mutuo. Son parte de "la unión que hace la fuerza".


20. INJUSTICIA. Arbitrariedad, parcialidad, favoritismo, iniquidad. Estos oyentes no dan a nadie lo que se merece, pisan la balanza con fuerza y lanzan al justo por los aires. En cambio, la JUSTICIA implica equidad, imparcialidad, rectitud, legalidad. Estos oyentes juzgan sin favoritismo, son epistemólogos pragmáticos y se basan en hechos al tomar decisiones.


21. INSENSATEZ. Necedad, estupidez, imprudencia, locura. A estos oyentes les falta juicio y, a veces, cordura. Parecen andar embriagados de confusión. En cambio, la SABIDURÍA implica conocimiento, juicio, entendimiento, sensatez. Estos oyentes son realistas y aplican correctamente el conocimiento, procurando sinergias positivas.


22. INTOLERANCIA. Rigidez, intransigencia, estrechez de miras, sectarismo. Estos oyentes no toleran las imperfecciones de otra(s) persona(s). En cambio, la TOLERANCIA implica flexibilidad, respeto, paciencia, comprensión. Estos oyentes son capaces de recibir un estímulo y retenerse de reaccionar impulsivamente, comprendiendo que no todos pensamos y sentimos lo mismo.


23. IRRESPETO. Desconsideración, descortesía, insolencia, irreverencia. Estos oyentes no muestran consideración ni decencia hacia los demás ni hacia sí mismos. En cambio, el RESPETO implica cortesía, aprecio, deferencia. Estos oyentes dan consideración especial a los asuntos y a las personas, sin excederse en la confianza.


24. MENTIRA. Falsedad, engaño, embuste, patraña. Estos oyentes piensan, dicen y practican la falsedad. En cambio, la VERDAD implica veracidad, autenticidad, certeza, epistemología, realidad. Estos oyentes son capaces de decir y enfrentar la verdad con valentía.


25. NARCISISMO. Egocentrismo, vanidad, engreimiento, egotismo. Estos oyentes resultan muy atractivos a sí mismos en todas partes. Aunque también son de los que "Yo hablo primero, yo hablo mejor y yo hablo más fuerte, estos van mas allá al: "No puedo quedarme callado. ¿Qué sería del mundo sin mí". En cambio, la MODESTIA implica humildad, discreción, reserva, sencillez. Estos oyentes son moderados en todo, saben guardar su lugar e intervenir equilibradamente cuando corresponde.


26. NEGLIGENCIA. Descuido, desidia, indolencia, abandono. Estos oyentes a menudo descuidan sus responsabilidades, meten la pata en cada hueco que pueden y ocasionan mucho sufrimiento a los demás. En cambio, tener CUIDADO implica cautela, atención, esmero y, sobre todo, diligencia. Estos oyentes son cuidadosos y circunspetos en su proceder y cuidan su imagen.


27. ORGULLO. Satisfacción, vanidad, altivez, soberbia. Estos oyentes sienten una admiración exagerada o satisfacción excesiva por sus logros, por los de otra persona o por un animal u objeto. En cambio, la HUMILDAD implica modestia, sencillez, sumisión, docilidad. Estos oyentes no se sienten superiores a otras personas. Prefieren mantener un perfil bajo. Nada de arrogancia ni presunción.


28. PESIMISMO. Negativismo, derrotismo, desánimo, fatalismo. Estos oyentes tienden a reaccionar negativamente. Siempre repiten:  "Lo malo es que...". Su primera inclinación consiste en buscar defectos y poner el dedo en la llaga. En cambio, el OPTIMISMO implica positivismo, inyectar esperanza, confianza y entusiasmo. Son los que siempre repiten:  "Lo bueno es que...". Estos oyentes son positivos, siempre enfocan el lado práctico de las cosas.


29. VIOLENCIA. Agresividad, brutalidad, ferocidad, hostilidad. Estos oyentes suelen tomar la iniciativa para ocasionar daño con fuerza física o verbal. Siempre saltan a la yugular. En cambio, la PAZ implica tranquilidad, sosiego, serenidad y armonía. Estos oyentes son proactivos, promueven la conciliacion, no la guerra. Aprenden a sacar provecho a la frustración y a las decepciones para prevenir que surjan conflictos. Procuran transacciones positivas.


30. VULGARIDAD. Un oyente vulgar habla groserías y malas palabras creyendo que a todos les hace gracia. No respetan a nadie ni proceden con cortesía. En cambio, la AMABILIDAD implica ser cordial, cortés, afable, gentil, mesurado, respetuoso, decente. Estos oyentes muestran un trato educado y agradable, y reciben un trato similar en cambio.


Si bien hay un contraste entre cualidades que facilitan la comunicación y cualidades que la dificultan, aprender a tomar parte activa desde tu asiento es el mejor punto de apoyo para mantener el autocontrol y sacarle el mejor provecho, lo cual incluye adquirir conocimiento sobre el comportamiento humano.

Es fácil caer mal si uno pasa por alto los principios fundamentales de las relaciones humanas, y el respeto es uno de sus pilares. La dignidad humana es un valor muy preciado. El orador merece respeto.

La oratoria es un arte, capacidad y competencia excelente para la comunicación. Lamentablemente, puede causar tropiezo a otros o a uno mismo si se pierde modestia y equilibrio en el trato, ya sea que hable ante el auditorio o participe desde su asiento como miembro del auditorio.

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