PERCEPCIÓN O IMAGINACIÓN



Tema con apoyo de IA

Conciliar la percepción con la imaginación es adentrarse en uno de los terrenos más fascinantes de la mente humana. 


Aunque a menudo consideramos la percepción y la imaginación como funciones separadas (la percepción lidia con la realidad externa y la imaginación con nuestro mundo interno), pero en la práctica están profundamente interconectadas y se influyen mutuamente.

IA

¿Cuál es la relación?

Para entender cómo se concilian, es útil ver sus puntos de conexión y cómo, lejos de ser opuestas, a menudo colaboran entre sí construyendo nuestra experiencia.

Complementariedad y construcción de la realidad

La percepción no es una "ventana" a la realidad, sino un proceso activo de interpretación. El cerebro toma lo que ven los ojos, lo que oyen los oídos y otros datos de los demas sentidos, y los organiza.

La imaginación entra en juego alimentada por las experiencias pasadas, expectativas, creencias y conocimientos y "rellena los vacíos" ayudando a construir una imagen coherente.

Ejemplo

Una mesa está parcialmente oculta por un objeto, tu percepción la completa como una mesa entera, no como una forma incompleta. Tu imaginación completa lo que parece faltarle, aunque no verificas que está completa. Para ti, es tal como lo percibes en tu mente.

Influencia mutua

La imaginación influye en tu percepción: Lo que esperas ver (fruto de tu imaginación) puede alterar lo que percibes.

Ejemplo

Si esperas ver un animal específico en el bosque, es más probable que imagines formas, sombras o sonidos de dicho animal, aunque no esté realmente allí.

Los sesgos y las expectativas mentales son ejemplos claros de cómo la imaginación y la percepción interactúan moldeando "tu realidad" y "tu verdad", "tu opinión", "tu perspectiva".

IO

Es muy común que en una conversación o entrevista alguien diga: "Bueno, esa es mi verdad", o que le contesten: "Claro, esa es tu verdad, y la respeto". Todos tenemos "nuestra verdad", basada en nuestras experiencias sensoriales y perceptivas. Pero ¿es la percepción de uno o su imaginación una base sensata para definirlo?

IA

La percepción alimenta la imaginación

La imaginación no surge de la nada. Se nutre de nuestras experiencias sensoriales y perceptivas. Sin base en la percepción no podríamos imaginar un color que nunca vimos, ni un sonido que nunca oímos. La imaginación combina y transforma elementos que hemos percibido antes.

Comparten mecanismos neuronales

La neurociencia moderna ha encontrado evidencia de que la percepción y la imaginación comparten muchas de las mismas rutas neuronales en el cerebro. Cuando imaginas algo vívidamente, se activan áreas cerebrales similares a las que se activan cuando realmente percibes ese algo. Esa superposición neurológica sugiere que no son facultades totalmente separadas, sino diferentes usos de un mismo sistema.

Cómo conciliar percepción e imaginación en la práctica

Entender cómo se concilian requiere entender su interdependencia y aprender a aprovecharlas.

Reconoce la subjetividad de una percepción

El primer paso consiste en reconocer y aceptar que nuestra percepción no es una copia de la realidad, sino una construcción de nuestra mente, influida por nuestra imaginación y nuestras experiencias.

Aceptar que se trata de algo muy personal o íntimo nos ayuda a ser menos rígidos en nuestra interpretacion de esa "realidad" y a estar más abiertos a las perspectivas de otras personas. Por ejemplo, para dejar de discutir, criticar, confrontar, culpar o insistir en nuestro punto de vista como si el de los demás no mereciera tenerse en cuenta.

Usa tu imaginación para reinterpretar la percepción

Si percibimos cierta situación como un obstáculo insuperable, podemos valernos de nuestra imaginación para visualizar diferentes escenarios, enfoques, probabilidades, resultados o soluciones. 

Ejemplo

Si pensamos que cierta persona está en un error, podemos valernos de nuestra imaginación y concederle "el beneficio de la duda", visualizando otro escenario, enfoque, probabilidad, resultado u opinion: "¿No será que me estoy equivocando (melinterpretando, prejuzgando o exagerando)?".

Como decía el Dr. Maltz, autor del influyente libro "PsicoCibernética" (1958), si nuestra imaginación crea una imagen de fracaso, nuestra fuerza de voluntad luchará. Pero si cambiamos esa imagen mental por una de éxito, la percepción de la dificultad puede variar, difuminarse, transformarse o incluso desaparecer, etc. Esto es clave para cultivar el pensamiento positivo y la resiliencia.

Visualiza y ensaya mentalmente

Es posible conciliar directamente percepción e imaginación. Al visualizar una meta o un rendimiento deseado, estamos usando la imaginación para "percibir" o "experimentar imaginariamente" el futuro como si ya estuviera ocurriendo. Reprogramamos la mente afectando cómo percibimos el desafío real, haciendo que nos sintamos más capaces de lograrlo. Los atletas, pianistas, miembros de las fuerzas especiales y futbolistas usan ese método constantemente para mejorar su rendimiento.

Desarrolla una conciencia plena

Practicar a diferenciar entre lo que es una percepción directa del momento presente y lo que son pensamientos o interpretaciones impulsadas por nuestra imaginación (preocupaciones, juicios, recuerdos), observamos sin criticar y podemos desengancharnos de las narrativas imaginadas que distorsionan nuestra percepción de la realidad.

Fomenta la creatividad

La creatividad es la unión por excelencia de percepción e imaginación. La percepción causa un efecto, la imaginación causa otro. Ambos hacen una sinergia.

Percibimos elementos del mundo (información, objetos, problemas) y luego usamos nuestra imaginación para combinarlos, transformarlos y crear algo nuevo (sinergia) que antes no existía.

En esencia, conciliar percepción e imaginación significa no verlas como rivales, sino como socias inseparables en la construcción, no solo de nuestra "realidad", sino de nuestra capacidad para modificarla. 

Al comprender cómo interactúan, podemos utilizar esta dinámica de manera más eficiente a nuestro favor a fin de moldear nuestras experiencias y lograr nuestros objetivos.

IO

Maltz, decía que "la fuerza de la imaginación era más fuerte o poderosa que la fuerza de voluntad". Me pregunto si la percepción es lo mismo que la imaginación.

IA

¡Excelente pregunta y un tema tan fascinante en el desarrollo personal!

Maltz opinaba que "la fuerza de la imaginación era más fuerte o poderosa que la fuerza de voluntad" debido a que motivaba, impulsaba, activaba o consolidaba la voluntad.

Como cirujano plástico, había observado que muchos de sus pacientes, incluso después de cirugías exitosas que alteraban positivamente su apariencia física, seguían sintiéndose y actuando como antes. 

Eso lo llevó a la conclusión de que la imagen mental que tenemos de nosotros mismos (nuestra autoimagen) es algo que dejamos que rija nuestro comportamiento y nuestras capacidades. 

En otras palabras, de nada servía cambiar de rostro si no cambiaban de actitud. Argumentaba que el sistema nervioso humano no diferencia entre una experiencia real y una experiencia vívidamente imaginada.

Por tanto, si la imaginación creaba una imagen mental de fracaso o limitación, la fuerza de voluntad por sí sola lucharía en vano contra esa "programación" interna. De hecho, explicaba que el esfuerzo excesivo o la pura fuerza de voluntad sin una autoimagen alineada, podía ser contraproducente. Porque, para él, lo que uno imaginaba es lo que establecía el "objetivo" para el "mecanismo de éxito automático" que llevamos en nuestro interior.

Napoleón Hill, el famoso escritor, autor de "AMP: Actitud Mental Positiva" (1959), también daba importancia capital a la imaginación creadora. De hecho, uno de los capítulos clave de uno de sus libros decía que la imaginación era "el taller de la mente". 

Enfatizaba que casi todo gran logro de la humanidad siempre comenzaba con una idea, un interés o un deseo, y que era la imaginación la facultad que daba forma a dichos deseos, convirtiéndolos en planes concretos. 

Pero, para él, la fuerza de voluntad, la perseverancia y la determinación eran fundamentales para hacer realidad cualquier plan y superar los obstáculos que surgían de la imaginación. Él veía la imaginación como punto de partida pero la voluntad como la fuerza que la sostenía en el camino al éxito.

Así que, aunque ambos autores reconocían la inmensa importancia de la imaginación y la voluntad, Maltz consideraba que la "fuerza de la imaginación era más poderosa que la fuerza de voluntad", piedra angular de la "PsicoCibernética". 

Abordaba el asunto desde una perspectiva más psicológica y neurológica, explicando cómo la imaginación moldeaba nuestra imagen interna y, por ende, nuestras acciones, a menudo ayudándonos a superar la intención de la fuerza de voluntad.

IO

Entonces, para no tener dudas,¿percepción e imaginación son lo mismo?

IA

No, hemos visto que percepción e imaginación están relacionadas, pero no son lo mismo. Ambas se refieren a formas de representar la realidad en la mente, pero la fuente de esa información es distinta, así como su función y confiabilidad.

Veamos la relación entre imaginacion y percepción
  • La imaginación muchas veces usa la percepción pasada (recuerdos, experiencias sensoriales) para construir nuevas imágenes mentales.

  • La percepción, en cambio, requiere de un estímulo real presente para activarse.

Ejemplo
  • Imaginación: Cierras los ojos e imaginas una silla roja con alas. Tu mente crea esa imagen sin que exista físicamente. La silla no está realmente frente a ti, no puedes verla con los ojos ni tocarla físicamente.

  • Percepción: Ves la silla roja frente a ti. Tus sentidos (vista, profundidad, color) están involucrados. La silla está realmente frente a ti, puedes verla y tocarla físicamente.

¿Por qué es tan importante diferenciarlas?

  • En la psicología clínica, confundir percepción con imaginación puede llevar a errores. Por ejemplo: alguien que imagina voces pero cree percibirlas podría estar experimentando una alucinación.

  • En la investigacion del conocimiento, saber diferenciar permite estudiar cómo se aprende, recuerda, sueña o resuelven problemas.

Por tanto:

La percepción se basa en la realidad sensorial presente. La imaginación se produce en la mente sin necesidad de estímulos externos ni está sujeta a los márgenes del tiempo.

IO

Durante el sueño, ¿estamos imaginando? ¿O estamos percibiendo?

IA

Aunque suene paradojico, durante el sueño —especialmente en la fase REM (movimiento ocular rápido)— no estamos percibiendo el mundo externo, pero tampoco estamos imaginando como lo hacemos despiertos. 

Lo que ocurre es una especie de "percepción simulada" que la mente trata como si fuera real, aunque se origina internamente, no debido a un estímulo externo sobre nuestros sentidos.

Despierto tocas una guitarra, oyes la música y ves que alguien baila. Percibes un estímulo táctil, audible y visual. Es real. Pero en el sueño no estaría ocurriendo realmente, y probablemente habría detalles que tal vez jamás hubieras imaginado ni remotamente estando despierto.

¿Durante el sueño estamos percibiendo?

Técnicamente, no. La percepción requiere estímulos sensoriales externos reales (luz, sonido, tacto, etc.), que en el sueño están atenuados o bloqueados. Durante el sueño, el cerebro no está recibiendo información del entorno, salvo en casos muy excepcionales (como un ruido fuerte que se filtra al sueño).

¿Entonces estamos imaginando?

Tampoco del todo. La imaginación ocurre estando despiertos, con cierto control voluntario: Puedes decidir imaginar algo. Pero en el sueño:

  • Las imágenes, sonidos y sensaciones aparecen sin intención ni control.

  • La mente no distingue que son irreales (por eso puedes sentir miedo, alegría o dolor como si fuera real).

  • Se activan áreas cerebrales similares a las de la percepción visual real, como el corte visual occipital.

Entonces, ¿qué sucede realmente?

Durante el sueño, especialmente si es muy vívido:

  • El cerebro simula percepciones internas, usando recuerdos, emociones, fragmentos del lenguaje, y experiencias pasadas.

  • Se generan “escenarios” mentales como si los percibieras, aunque no provienen del mundo exterior.

Durante el sueño estamos en un estado especial en que el cerebro genera una falsa realidad que sentimos como si la percibiéramos, aunque no lo hacemos. Es una percepción falsa, simulada, generada por la mente, pero distinta de la imaginación voluntaria.

IO

Soñar es semejante a pedirle a la Inteligencia Artificial (IA) generativa una imagen de algo irreal, por ejemplo, "un perro gato".

IA

¡Exactamente! Tu analogía es muy acertada.

Soñar es como la IA generativa

Soñar con escenas extrañas e irreales es muy parecido a cuando tú le das a una IA creativa (como un generador de imágenes) un conjunto de elementos inconexos o fantásticos, y ella genera una imagen coherente —aunque no real.

  • El cerebro dormido actúa como una especie de IA creativa: sin recibir datos nuevos del mundo exterior, recombina lo que ya conoce para formar escenas nuevas.

  • Los sueños extraños son como “prompts internos” disparados por emociones, recuerdos, o procesos profundos de la mente [un prompt es la instrucción, pregunta o solicitud que das a un modelo de IA para que genere una respuesta o realice una acción].

  • Al igual que la IA, el cerebro no verifica si lo que está generando es real o lógico, simplemente lo crea.

Dato curioso

Durante el sueño REM, el corte prefrontal dorsolateral (relacionado con el pensamiento lógico y crítico) está inactivo, por eso aceptamos que algo absurdo (como un elefante que vuela o conversar con un perrito) parezca normal. Lo mismo ocurre si le pides a la IA que represente algo surrealista. No cuestiona si es lógico.

Soñar es como tener una IA creativa dentro del cerebro que, durante el sueño*, genera “imágenes irreales” automáticamente a partir de tu archivo mental.

Ambos —el sueño y la IA— son motores de simulación interna: combinan información, crean universos y nos muestran que lo imposible, a nivel mental, sí se puede representar.



¿Y qué tiene que ver todo esto con tu oratoria?

Que mientras unos oradores dependen enteramente de apoyos audiovisuales para ilustrar sus explicaciones, un orador competente desarrolla su habilidad para conciliar la percepción e imaginación de sus oyentes y adentrarlos en uno de los terrenos más fascinantes de su mente: las imágenes mentales.

Al tomar conciencia de que la percepción de sus oyentes se basa en la realidad sensorial de su mente, aprende a ser capaz de producir imágenes mentales, reduciendo la necesidad de exhibir estímulos externos o apoyos visuales físicos.

Con su manera de hablar  el orador puede "diseñar y crear" estímulos visuales que encienden la pantalla de la imaginación de cada oyente individual de modo que "perciba" una falsa realidad o realidad virtual.

Mediante su palabra, el orador transfiere sus experiencias -por decirlo así- al cerebro del cada uno para que juntos generen o activen sus propios recuerdos y emociones, conciliando percepción e imaginación en una gran pantalla de realidad virtual, potenciando la explicación.

Así como el oyente puede ver una silla con sus ojos, también puede "ver" con los ojos de su imaginación.


Pero no es lo mismo decir: "Una tortuga marina", lo cual solo proyecta una imagen borrosa, incompleta e instantánea de la tortuga, que decir: "Imaginen que estamos nadando en medio del mar, entre unos hermosos corales, al lado de una enorme y tranquila tortuga marina, que nos invita a recorrer con ella el arrecife".

El auditorio no solo imaginará el mar, sino se sumergirá en él y nadará con la tortuga. De tal manera, diríamos que las ilustraciones bien detalladas son "invasivas", en el sentido de que abren la mente y penetran profundamente en la intimidad causando un impacto más fuerte, para causar una memorización más fácil de evocar después.


De esa manera, no solo sumergiremos al auditorio en un hermoso océano imaginario, sino en su cerebro, activando rutas y redes neuronales que nos permiten sintonizar, sincronizar y armonizar nuestros pensamientos con los de ellos.

No lo diremos tan rápido como tragando o embutiendo comida sin masticarla, o como un cerdo o un cocodrilo que devora todo a su paso sin saborear lo que come, sino pausando como un chef que se toma su tiempo diseñando cada comida.

Tampoco atiborraremos el discurso con palabras largas y abstractas que no motivan ni pintan ningún cuadro mental ni ilustración en la imaginación del auditorio, aburriendo al oyente y ahuyentando su concentración.

Porque no solo tu imaginación es el taller de tu mente, como decía Napoleón Hill, famoso escritor y periodista, un lugar virtual donde puedes generar “escenarios” y "mapas" mentales, sino un recurso fantástico que te permite ingresar al taller que tus oyentes tienen en su imaginacion, para que ellos vean y perciban lo mismo que tú, aunque dichas imágenes no hayan surgido antes sus mentes, sino en la tuya. En otras palabras, los haces "soñar despiertos" con lo que tú quieres que sueñen.

Así es como la imaginación influye en la percepción, y la percepcion en la imaginacion, conciliando y causando sinergias que potencian el discurso. 

No es autohipnotismo ni hipnotismo ericksoniano, ni tampoco manipulación emocional egoísta. Es solo cuestión de pintar hermosos cuadros en el aire, una especie de "percepción simulada" o "realidad virtual" que tu mente trata como si fuera real y que el auditorio "percibe" como algo que tú originaste exclusivamente para él internándote en SU MENTE gracias a "la forma" como lo dijiste.


*Este no es un artículo científico, sino de sugerencias para la oratoria. Si necesitas información adicional sobre el sueño en conexión con el concepto común que la gente tiene del subconsciente, puedes buscar el artículo "¿Son los sueños realmente subconscientes?", del Dr. Dylan Selterman, autor de "La hipótesis de la resistencia".

VOLVER