
Tema con apoyo de IA
- Hay ocho etapas en el desarrollo del ser humano, según Erik Erikson;
- Las estructuras sociales dependen de la comunicación, según Niklas Luhmann;
- Toda actividad humana se basa en la confianza, según Stephen Covey.
¿Qué conexión hay entre la oratoria y estos tres enfoques sobre la confianza?
IA
"El sentimiento de confianza es el cimiento y factor vinculante de toda relación significativa y duradera, ya sea interpersonal, social o institucional."
Perder la confianza pone en peligro la estabilidad, permanencia y trascendencia de cualquier tipo de estructura.
Esta afirmación es coherente con la conexión que hacen Erikson, Luhmann y Covey de la confianza desde cuatro perspectivas complementarias: psicológica, sociológica, organizacional y económica.
• Erik Erikson, planteó que el efecto positivo o negativo de cada etapa del desarrollo del ser humano influye en el efecto de las etapas posteriores de su vida, y que la primera y fundamental etapa de la vida es la confianza, estableciendo así que la confianza es la base del desarrollo humano sano.
• Niklas Luhmann, sociólogo alemán, argumentó que la confianza es un mecanismo de reducción de la complejidad social y un requisito para el funcionamiento de cualquier sistema social.
• Stephen Covey sostuvo que la confianza es el valor económico invisible más importante en las relaciones humanas y las organizaciones. Cuando hay confianza, todo avanza más rápido y a menor costo. Sin confianza, los vínculos se erosionan, las instituciones se debilitan y el crecimiento interior se estanca. Afecta toda la estructura."
• En las relaciones humanas: La confianza permite la apertura, la empatía y una cooperación duradera. La desconfianza cierra las puertas y ventanas del corazón, deforma la empatía y obstruye la colaboración.
• En las estructuras sociales: Las sociedades florecen cuando sus ciudadanos confían en sus instituciones y en los demás, pero se vienen abajo cuando desconfían.
• En el desarrollo personal: La autoconfianza y la capacidad de confiar en los demás son esenciales para el bienestar psicológico y la autorrealización. La baja autoestima y la incapacidad de confiar se relacionan con el malestar psicológico y los sentimientos de fracaso.
Veamos los enfoques de cada uno de los tres expertos arriba citados.
CONEXIÓN CON LAS
ESTRUCTURAS SOCIALES
Niklas Luhmann, sociólogo organizacional alemán, formuló la "teoría general de los sistemas [o estructuras] sociales" y su funcionamiento como un complejo sistema de comunicación.
Toda estructura está formada por elementos organizados, conectados entre sí de manera coherente para cumplir cierta función.
En una casa: vigas, columnas y muros. En una sociedad: individuos, familias e instituciones. En una idea: conceptos, argumentos y datos.
Según Luhman, la estructura de la sociedad no se fortalece en los individuos, sino en los sistemas que se producen y reproducen a sí mismos gracias a la comunicación, que es lo que finalmente cohesiona y conforma las unidades constituyentes y reproductoras de estructura.
En realidad, dichos sistemas no son formados por los seres humanos ni por sus acciones, sino por su comunicación. Porque si uno no se comunica, tampoco puede iniciar ni sostener una relación. Si no establece relaciones, el sistema o estructura no se forma (y si ya lo estaba, tenderá a la entropía, es decir, al desorden, aleatoriedad o deformación de los datos), ya que todo sistema funciona dentro de ciertos límites, que para relacionarse o comunicarse con otros sistemas, debe trascender sus fronteras e ir más allá de sí mismo.
Sin embargo, el hilo conductor de todo ese desarrollo personal y social es la confianza. Cuando la confianza se corrompe, se genera tal desconfianza que se propaga como un virus letal o como una gangrena que amenaza con deshacer la estructura, por muy fuerte y estable que parezca. Todo está interconectado simbióticamente.
Por ejemplo, el sistema político comunica mediante sus poderes; el sistema judicial comunica mediante la jurisprudencia; el sistema económico comunica mediante el dinero, y todo se reduce a una dicotomía. A su vez, cada sistema toma su posición y establece una relación de acoplamiento estructural con una o más estructuras mayores.
El sistema político y el sistema judicial se acoplan para diseñar la Constitución Política del Estado; el sistema político y el sistema económico se acoplan para diseñar el sistema de pago de impuestos; y el sistema judicial y el sistema económico se acoplan para diseñar los contratos, reglamentar la propiedad privada, etc. Y de cada uno de estos penden otras subestructuras.
Cada sistema define su propia lógica de funcionamiento (autorreferencia), sus fronteras (lo que pertenece o no al sistema) y su reducción de complejidad (qué información es relevante para dicho sistema).
Sin embargo, si se abusa de un sistema o estructura, o no recibe el debido mantenimiento, tarde o temprano se resiente de manera parecida al metal expuesto a un desgaste continuo. Termina rompiéndose.
Por ejemplo, el matrimonio, como institución legal, es un ejemplo de un subsistema del Derecho que estructura otro subsistema: la pareja, sociedad conyugal con efectos jurídicos, subsistema de la familia, que a su vez es un subsistema de la sociedad.
Según Luhmann, la sociedad conyugal es un sistema, cerrado operativamente, que surge de interacciones comunicativas (diálogos, acuerdos, promesas, rutinas y conflictos). Solo sus miembros pueden producir comunicaciones relevantes para dicho sistema (por ejemplo: pactan acuerdos económicos, deciden sobre la crianza de los hijos). Aunque abierto cognitivamente, porque se alimenta de información del entorno (economía, derecho, cultura), deciden qué incorporarán.
¿Cómo se sostiene?
Se autoproduce a través de expectativas mutuas: fidelidad, apoyo, reparto de roles, proyectos en común. La confianza y el amor funcionan como medios simbólicos de comunicación. Reducen la incertidumbre, y el marco jurídico (régimen patrimonial, deberes conyugales) estabiliza sus expectativas, permitiendo un funcionamiento previsible.
En términos patrimoniales (sociedad de gananciales, separación de bienes, etc.), el sistema jurídico provee la estructura normativa que delimita cómo se comunican los cónyuges. No sustituye la comunicación afectiva, pero la encuadra (quién administra, quién responde por las deudas, cómo se disuelve).
Ejemplo práctico
Cuando los cónyuges acuerdan comprar una casa, la decisión económica se integra a la comunicación conyugal. Pero también debe encajar en el subsistema jurídico (Escritura Pública, Registros Públicos, Régimen Patrimonial).
Si surge un conflicto (separación), la resolución involucrará otros sistemas (tribunales, abogados) que procesan la comunicación con su propia lógica.
Por eso, según Luhmann, la sociedad conyugal es un sistema social de interacción que se autoproduce y autolimita por medio de la comunicación entre los cónyuges, y depende de estructuras normativas externas (el Derecho) a la vez que mantiene una lógica interna (las expectativas afectivas, roles y acuerdos).
Su estabilidad o disolución se explica como resultado de la continuidad o quiebre de la comunicación que la sostiene.
Todo forma parte de un ecosistema
En la naturaleza y los ecosistemas, la Tierra forma parte del Sistema Solar, el Sistema Solar forma parte de la Vía Láctea, la Vía Láctea forma parte del Grupo Local (un cúmulo de unas 50 galaxias); el Grupo Local de Galaxias forma parte del Supercúmulo de Virgo, el Supercúmulo de Virgo forma parte del Supercúmulo de Laniakea, y todas estas estructuras forman parte de la Red Cósmica del Universo y más allá.
Igualmente, debido a su similitud o paralelismo estructural, los sistemas sociales se generan, reproducen y comunican entre sí (dentro y más allá de sus fronteras). Y cada acoplamiento estructural crea una resonancia que transmite el proceso a otro sistema o a partes del mismo, y así, sucesivamente. Una necesidad crea otra, y un sistema (interno) y su entorno (externo) se complementan.
La comunicación dentro de cada sistema se da a través de su propios medios y códigos, y cada sistema construye los elementos que lo sostienen. Por ejemplo, nos comunicamos como sociedad, pero los individuos simplemente somos entidades psico-orgánicas (mentes y cuerpos): Interactuamos, nos organizamos y socializamos.
Aun así, la estructura social no se basa en los individuos, sino en la comunicación que crea las estructuras que se reproducen a sí mismas, que es lo que cohesiona y conforma las unidades constituyentes y reproductoras de toda la gigantesca e interdependiente estructura social.
¿Y qué tiene que ver la aplicación de la "teoría general de los sistemas sociales" de Luhman con la oratoria?
Podríamos decir que con sus discursos y conferencias, es decir, con sus contenidos y su manera de comunicar las ideas, los oradores contribuyen al fortalecimiento o debilitamiento de la estructura social.
Las letras transforman las ideas vagas en palabras que a su vez forman frases u oraciones, que a su vez forman párrafos, que a su vez se convierten en conceptos definidos, que a su vez dan lugar a los libros. Cada medio da forma a otro medio. Todo medio es un sistema componente de una estructura o sistema más grande.
Un pensamiento produce otros pensamientos, surge un sistema pensante; si una comunicación empalma con otras comunicaciones, surge un sistema de comunicación. De manera parecida, toda observación comienza notando cierta diferencia que poco a poco crea una red de diferencias, y así, todas las observaciones dependen de una diferencia original, expandiéndose hacia el infinito.
Cuanto mejor capacitados estamos en oratoria, motivación relaciones humanas y técnica de ventas, más eficiente es nuestra comunicación y mayor nuestra contribución al fortalecimiento de la estructura de la sociedad.
Cuanto menos capacitados estamos en dichas técnicas, más deficiente resulta nuestra comunicación, y mayor es nuestra contribución al debilitamiento de la estructura de la sociedad. Un discurso incendiario que socave la confianza podría tirarse abajo el sistema.
CONEXIÓN CON LAS
8 ETAPAS DEL DESARROLLO
Erik Erikson, psicólogo, por su parte planteó que el efecto positivo o negativo que se produce en cada etapa del desarrollo del ser humano, influye en el efecto de la etapa siguiente, y que pasar a dicha etapa siempre implica tensión y resistencia.
Claro hay que tener en cuenta que este es solo el enfoque de Erikson, y que nada más es una de las muchas teorías que ayudan de algún modo a comprender las diferentes etapas de cambio y desarrollo del carácter y personalidad del ser humano, en particular del adolescente en su paso a la adultez.
Según Erikson, son ocho etapas en total, cada una de la cuales responde a una pregunta vital.
1. Primera etapa, que es la base del desarrollo humano, es una de "confianza", y comienza con nuestra relación con el primer entorno: nuestra madre, fuente de alimentación y proteccion del sentimiento de abandono. La criatura se pregunta: ¿Puedo confiar en el mundo? Muchos pasan la prueba con dificultad.
2. La segunda etapa se relaciona con los padres, que nos disciplinan para ir al baño, peinarnos, arreglarnos y vestirnos solos. Nos preguntamos: ¿Está bien ser yo? No todos tienen a ambos padres, y no todos tienen siquiera uno.
3. La tercera etapa tiene que ver con la extensión de nuestro entorno, la familia, el descubrimiento de nuestro árbol genealógico. Aprendemos a usar herramientas, a cultivar técnicas y a seguir protocolos, y nos preguntamos: ¿Está bien que haga, me mueva y actúe? Hay quienes nunca conocieron a toda su familia.
4. La cuarta etapa amplía aún más el entorno, interactuando con los vecinos, yendo a la escuela, practicando un deporte. Nos preguntamos: "¿Puedo triunfar en el mundo de los demás y de las cosas a mi alrededor?". Su influencia (buena o mala) nos deja una huella profunda.
5. La quinta etapa es la de las relaciones humanas. Formamos vínculos con los compañeros y buscanos modelos a seguir, un mentor, un líder. Uno se pregunta: ¿Quién soy? ¿Quién puedo ser? El problema es seguir al líder menos competente.
6. La sexta etapa implica relaciones humanas más estrechas, incluso románticas. Abarca la sociedad. Nos preguntamos: ¿Puedo unirme a otra persona o grupo de personas? Todos queremos formar vínculos apropiados.
7. La séptima etapa es la de pensar en formar un hogar, la paternidad, conseguir un trabajo. Nos preguntamos: ¿Puedo hacer que mi vida cuente? Tener un propósito y trascender se vuelve una prioridad diferente.
8. Y la octava etapa es la de reflexión sobre nuestra humanidad, nuestra especie, la vida y las etapas anteriores. Uno se pregunta: ¿Está bien haber sido como fui? Miramos retrospectivamente y evaluamos nuestra trayectoria, retroalimentándonos con meros recuerdos.
Cada etapa cumple su función e influye en el efecto de la próxima. Esta última quizá demande la mayor tensión y resistencia. Es la de sacar la cuenta y dejar una huella en el árbol familiar que se desvanecerá.
¿Y qué tiene que ver la oratoria con las etapas del desarrollo de esta teoría de Luhman?
Bueno un discurso es un razonamiento, y una conferencia es una conversación. Ninguna etapa del desarrollo humano escapa a los razonamientos y diálogos entre los seres humanos. Vivimos inmersos en la comunicación.
Nuestros padres, maestros y amigos vierten ríos de conocimiento y experiencia en el océano de nuestra vida, comunicándonos ideas que contribuyen al fortalecimiento o debilitamiento de las estructuras sociales que a diario nos envuelven.
Quizá nosotros mismos hayamos contribuido alguna vez con nuestra oratoria y motivación, como un granito de arena, a fortalecer algunas de las estructuras sociales con las que de alguna manera otros se hayan identificado.
Cuanto mejor capacitados estemos en oratoria, motivación, relaciones humanas y técnica de ventas, más eficiente será nuestra comunicación y contribución al fortalecimiento de cualquiera de las ocho etapas del cambio y desarrollo del carácter y la personalidad los diferentes miembros de nuestro auditorio, pero en particular del adolescente que va camino a la etapa adulta.
CONEXIÓN CON LA CONFIANZA
Stephen Covey, licenciado en administracion de empresas, sostiene que la confianza está en la base de todo lo que hacemos y es un multiplicador de resultados tanto en las relaciones personales como en el ámbito profesional.
Claro, entiéndase una confianza sostenida por un código moral sólido. Porque la confianza ciega, inconcusa o dogmática no solo sería vulnerable e ingenua, sino peligrosa.
La confianza es una habilidad que se debe enseñar y desarrollar con base objetiva en principios de justicia, normas y valores desde la etapa más temprana del desarrollo.
Covey argumenta que la confianza afecta tanto la velocidad como el costo de cualquier proceso, ya sea una transacción comercial o una relación personal. Cuando existe confianza, la rapidez aumenta y los costos disminuyen, el entorno se vuelve más eficiente y productivo. Por el contrario, la desconfianza retrasa los procesos e incrementa el gasto.
Según Covey, la confianza se construye sobre cuatro elementos clave, que en este caso también es aplicable a la oratoria eficaz:
• Integridad: Un orador eficaz es honesto y coherente entre lo que dice y hace.
• Intención: Siente un interés genuino por el beneficio de sus oyentes y presenta recursos mutuamente ventajosos.
• Capacidades: Manifiesta competencia y habilidad para cumplir con las expectativas del auditorio.
• Resultados: Se esfuerza por lograr los objetivos que se trazó y cumple lo que compromete.
En resumen, la confianza no es solo un valor moral, sino un activo estratégico que impulsa el éxito en todos los ámbitos.
En oratoria y relaciones humanas, un "valor" es una creencia o principio intrínseco y personal que guía el desempeño y las decisiones del orador, mientras que un "factor" es cualquier elemento que influye o contribuye al efecto específico del discurso y la forma en que el orador se relaciona con sus oyentes.
Por ejemplo, inspirar confianza no solo refleja un valor moral. Tambien se percibe como un activo estratégico que impulsa el éxito del discurso mediante el contacto con los oyentes.
El conjunto de "valores" del orador funciona como una brújula interna que guía su relación con el público, mientras que los "factores" son todos los elementos (informacion, impacto, mnemotecnia, motivación, entretenimiento, cualidades) de que se vale para influir en el sustento y desarrollo del discurso.
Ilustrémoslo con un contexto matemático
"Valor" es una cantidad o número específico, mientras que "factor" es la cantidad que produce un valor al multiplicarse con otra. En otras palabras, valor es el resultado, pero los "factores" son los componentes que contribuyen al resultado.
Por ejemplo: separados, 3 y 5 son "factores" que multiplicados dan 15: un "valor".
¿Y qué tiene que ver todo esto con la oratoria, la motivación, las relaciones humanas y la técnica de ventas?
Mucho porque, tal como el valor (15) resulta de multiplicar los elementos o factores (3x5), de manera semejante, cada uno de los factores o elementos que intervienen en un discurso (información, mnemotecnia, motivación, entretenimiento y cualidades físicas) crea un efecto que, al combinarse o fusionarse, causan una sinergia, que influye, potencia y desarrolla la presentación, inspirando un resultado: confianza.
Cuando el orador no inspira confianza, el oyente pierde concentracion, disminuye su rapidez para captar los conceptos que presenta, fomentando un entorno poco productivo y eficiente. En cambio, inspirando confianza disminuye su resistencia y facilita el proceso persuasivo, economizando tiempo y recursos intelectuales y emocionales. Por eso la confianza está en la base del éxito en la persuasión profunda.
La confianza es el factor vinculante del desarrollo personal y de la estructura social. Y la comunicación, lo que implica la oratoria, la motivación, las relaciones humanas y la técnica de ventas, es el factor vinculante.
La confianza como factor vinculante
¿Qué entendemos por la expresión "factor vinculante del desarrollo personal y de la estructura social".
Factor vinculante es el elemento, principio o fuerza que une, conecta o cohesiona distintos aspectos entre sí, como entre el desarrollo personal y la estructura social.
Desarrollo personal es el crecimiento formación, habilidades, valores, actitudes, sentido de propósito, autodisciplina y otras caracteristicas de los individuos.
Estructura social es la organización de las relaciones, normas, instituciones, roles y jerarquías que conforman una sociedad.
La educación puede entenderse como un factor vinculante porque forma a la la persona (su desarrollo individual) y y así moldea a la sociedad (la estructura social).
Los valores y principios compartidos, como la solidaridad, justicia o el sentido de responsabilidad, también son factores vinculantes porque son parte del código moral y dan sentido a a las metas personales asegurando la cohesión social.
La ética en el trabajo, la cultura, la religión, incluso la familia, también se consideran "factores vinculantes".
Pero sin confianza es imposible el desarrollo individual y la contribución al sostenimiento y fortalecimiento de una estructura social. La desconfianza desestabiliza y derriba cualquier sistema.
SALVEDAD
¿Es la confianza el único o principal factor vinculante del desarrollo personal y de la estructura social, lo que hace posible que el crecimiento individual contribuya a sostener y fortalecer la estructura y estabilidad de la sociedad?
IA
Planteamiento certero y con fundamento: La confianza se considera uno de los principales, pero no es el principal factor vinculante del desarrollo personal y de la estructura social. Te explico por qué:
A nivel personal
• La confianza en uno mismo es esencial para el desarrollo personal porque permite tomar decisiones, asumir riesgos, aprender de los errores y actuar con autonomía.
• Sin confianza interna, la persona pudiera paralizarse, volverse dependiente y bloquear su potencial de crecimiento.
A nivel social
• La confianza entre personas es la base de la cooperación, los contratos, los acuerdos, la delegación de tareas y la coordinación de esfuerzos.
• Instituciones, sistemas legales, comercio, gobiernos, todo se sostiene sobre la confianza en que se cumplirán normas, promesas y roles.
• Cuando la confianza social se rompe, aparece la corrupción, la anomia, el conflicto y la fragmentación. Una organización, entidad o imagen de marca pierde apoyo, credibilidad, clientes y ventas.
Como factor vinculante
• La confianza vincula el ámbito interno (creo en mí) con el externo (creo en los demás).
• Hace posible que el desarrollo de cada individuo (sus capacidades, talentos y decisiones) se alinee con la estructura social (organizaciones, normas, comunidad).
• Sin confianza mutua, el talento individual no se pone al servicio de la sociedad porque predomina el miedo, la desconfianza o el individualismo aislado.
Conclusión
La confianza es un factor clave, transversal y cohesivo. Sin ella, el crecimiento individual queda fragmentado y la estructura social se debilita. Con ella, se alimentan mutuamente.
Ejemplo simple:
• Un emprendedor necesita confianza en sí mismo (para asumir el riesgo) y confianza de otros (clientes, inversionistas, trabajadores).
• A la vez, la sociedad necesita reglas y entornos confiables para que la actividad económica florezca y genere bienestar común.
IO
Pero si dices que, sin confianza el crecimiento individual se fragmenta y la estructura social se debilita porque con ella se alimentan mutuamente, ¿por qué dices que no es "el factor principal"? Y si no, ¿cuál es?
IA
Excelente observación. Tu pregunta pone el dedo en la llaga. Te lo explico:
¿Por qué dije “uno de los principales” y no “el factor principal”?
Porque, desde una perspectiva sociológica, filosófica o psicológica, la confianza no existe aislada. Siempre coexiste con otros factores interdependientes. Por ejemplo:
Valores y normas (ética compartida, moralidad). Sin valores la confianza se derrumba.
Comunicación. La confianza se construye y mantiene a través del lenguaje y la transparencia.
Justicia y equidad. Si las reglas no se aplican igual para todos, la desconfianza erosiona el éxito.
Educación. Forma criterios para decidir en quién y en qué confiar.
Amor y responsabilidad de comunidad. La empatía y la solidaridad aumentan la confianza, el egotismo la socava.
En tal sentido, se argumenta que la confianza es como un pegamento, pero el material de construcción que mantiene unida a la sociedad son los valores, la justicia y la cooperación organizada. Sin justicia, la sociedad deja de cooperar.
¿Qué pasaría si aislamos la confianza y quitamos todo lo demás?
Imagina una sociedad con solo confianza "ciega”, sin justicia, normas ni valores. Se volvería ingenua y vulnerable. Por eso, la confianza requiere bases objetivas a fin de sostenerse: moralidad, normas e instituciones.
Entonces, ¿cuál es el factor principal?
Si reducimos todo al núcleo, podríamos decir que el factor principal es la cooperación basada en valores éticos y normas compartidas. ¿Por qué?
Porque la cooperación organizada es el motor de toda estructura social y, para que funcione, se apoya en la confianza "como mecanismo" y no como un fin en sí misma.
Así, la cooperación (ética y regulada) es el gran factor estructural, y la confianza, el fluido que la hace posible. Sin confianza, la cooperación se paraliza, y sin valores ni normas, la confianza se vuelve ingenua.
Resumen
La confianza es vital y un factor vinculante, pero no se sostiene sola. Es inseparable de los principios de justicia, de las normas y de los valores.
Por tanto, el factor principal es la cooperación ética y regulada, cuyo combustible es la confianza. Ilustrémoslo así:
La cooperación ética es como un motor, y la confianza es el aceite que lo lubrica. Los valores y las normas son como las piezas que están bien ajustadas. Sin aceite, el motor se traba. Sin motor, el aceite no sirve de nada.
Stephen Covey está en lo cierto al sostener que la confianza es la base de todo lo que hacemos y un multiplicador de resultados, tanto en las relaciones personales como en el ámbito profesional, y por ende, en la estructura social.
Como se dijo antes: entendiéndose la confianza en el marco de un código moral sólido. Porque una confianza ciega, inconcusa o dogmática no solo sería ingenua y vulnerable, sino peligrosamente imprudente.
Por tanto, la desconfianza derrota el esfuerzo, la comunicación, la estructura y el sistema, ya se trate de sociología, psicología o filosofía. En cambio, la confianza crea y fortalece las bases de cualquier actividad e interacción humana.
¿Por qué el conocimiento y la práctica de la oratoria ayuda a superar la timidez?
La timidez es, en esencia, un miedo anticipado a ser juzgado o rechazado al exponerse.
La oratoria ayuda a:
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Enfrentar la exposición (hablar frente a otros).
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Estructurar el pensamiento (ordenar ideas y transmitirlas).
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Recibir retroalimentación (aceptar reacciones reales, no solo imaginarias).
Cada uno de estos elementos desmonta capas de temor:
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El cerebro se adapta a “ser visto y escuchado”, entendiendo que exponer no mata ni humilla.
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Se obtiene una autoevaluación y retroalimentación objetiva, no basada en fantasías de fracaso.
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Se gana seguridad por la práctica: cuanto más y mejor se habla, menos se teme.
Efecto según Erikson
Asumiendo el enfoque de Erikson, podemos decir que la oratoria ayuda a resolver la etapa de la iniciativa y la laboriosidad:
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Se asume que la palabra en público es un acto de autonomía y valentía.
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Uno presenta ideas propias reforzando la autoeficacia.
Aunque cada intervención sea imperfecta, será exitosa y afianzará el sentimiento básico de confianza.
Efecto según Covey
Asumiendo el enfoque de Covey, podemos decir que la oratoria potencia la confianza relacional:
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Quien se expresa bien inspira confianza (claridad + seguridad).
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Una comunicación abierta derriba las barreras de malentendidos o dudas.
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Hablar eficazmente hace que otros respondan mejor, reforzando la autoconfianza.
Efecto según Luhmann
Y asumiendo el enfoque de Luhmann: podemos decir que la oratoria fortalece la comunicación, que es la base del sistema social:
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La persona tímida que entrena oratoria aumenta su participación activa en redes sociales, profesionales y comunitarias.
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Hablar eficazmente abre espacios para ser escuchado y considerado. Uno interactúa y construye vínculos.
Mecanismos prácticos de superación
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Control emocional: Uno gestiona sus nervios, modula su voz y sostiene la mirada.
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Organización mental: Uno piensa claro para hablar claro.
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Empatía comunicativa: Uno aprende a percibir la reacción del público y adaptar el enfoque.
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Resiliencia social: Uno aprende a tolerar errores, silencios y críticas sin hundirse.
Todo esto transforma la timidez en una habilidad social. Lo que antes resultaba paralizante, se convierte en un reto manejable.
✔ La oratoria es una de las formas más directas de reemplazar la desconfianza por confianza basada en experiencias reales.
✔ Sirve para practicar exposiciones controladas, demostrando que la catástrofe imaginada nunca ocurrió.
✔ Uno reconfigura su autoimagen, de “no puedo” a “puedo”.
✔ Cada discurso o exposición multiplica oportunidades abriendo nuevas redes neuronales y sociales reforzando la identidad y la iniciativa.